Poner el cuerpo en Latinx América

Es un verdadero honor presidir este año la Asociación de Estudios Latinoamericanos, LASA, a la cual he estado activamente vinculado durante casi veinte años. El congreso anual de nuestra asociación ha sido para mí el más importante escenario de debate multidisciplinario y transnacional del campo, una plataforma fundamental para mi trabajo académico e intelectual. Por ello, espero contribuir este año a su desarrollo y fortalecimiento, así como proponer nuevos horizontes y metas.

Tras el exitoso congreso de LASA2024, realizado en Bogotá con el valioso apoyo de la Pontificia Universidad Javeriana y bajo el liderazgo de mi colega Jo-Marie Burt, nuestro equipo trabaja en la próxima edición, la cual tendrá lugar de manera híbrida entre el 23 y 26 de mayo de 2025 en la ciudad de San Francisco, California, Estados Unidos. Poner el cuerpo en Latinx América es el título de nuestro próximo congreso, el cual propone reconocer el cuerpo como nuestro primer dispositivo político, capaz de enfrentar la censura, la represión y la violencia; y, al mismo tiempo, entender su capacidad de generar nuevos ordenamientos y saberes que exceden su aguerrida supervivencia. En Latinx América hemos sabido poner el cuerpo ante lo que compromete nuestra soberanía y autonomía: el Estado, gobierno, nación o lengua, así como los imperativos de género, clase, etnia o raza y sus intersecciones. En esta ocasión LASA se pregunta por las comunidades de cuerpos que viven, sobreviven y producen nuevos saberes en la región. Buscamos trazar sus recorridos, desde las migraciones forzadas y los exilios diversos, hasta sus danzantes y gozosos movimientos. Invitamos a una discusión transdisciplinaria de los saberes-acciones del cuerpo a partir del campo expandido de las humanidades y las ciencias sociales.

Organizado junto con tres brillantes colegas —Paola Cortés Rocca (Conicet/Universidad Nacional de las Artes, Argentina), Cecilia Fajardo-Hill (Arizona State University, Estados Unidos) y Emily Maguire (Northwestern University, Estados Unidos)—, nuestro congreso sitúa una mirada hemisférica para destituir la división entre América Latina y las comunidades Latinx. Sostener la x como marca de género —como planteamos en nuestra convocatoria—, lo cuir y sus intersecciones, confronta estos legados coloniales y subvierte las estructuras binarias del saber. En esta edición, LASA propicia un diálogo en Latinx América para desplegar y activar el cuerpo de nuestros saberes geopolíticos y culturales. En este sentido, en nombre de nuestra asociación, lxs invitamos a poner el cuerpo, desde el cuerpo y entre cuerpos.

Para el primer número de LASA Forum bajo mi presidencia, he invitado a un grupo de colegas —incluyendo al equipo organizador de nuestro congreso— a discutir el peso del cuerpo y su centralidad en el debate transdisciplinario latinoamericano. Estoy cada vez más convencido de que la transdisciplinariedad, y ya no la multidisciplinariedad o la interdisciplinaridad, constituye el futuro de nuestro trabajo académico y la única garantía de su expansión hacia los inmensos afueras. Por ello, el tema de este congreso insiste en abordar el dispositivo más antiguo y efectivo de nuestra existencia e invita a toda nuestra membresía a dar cuenta de los poderes emancipatorios y gozosos, así como de los destructivos y comprometedores que el cuerpo ha ejercido o recibido en el complejo relato que hemos llamado Latinoamérica. Para ello, nuestro equipo organizador ha creado y desplegado siete áreas temáticas especiales.

Escribo este texto entre dos eventos políticos en los que se sortea el futuro de la democracia y la preservación de nuestros derechos ciudadanos más básicos. Lo escribo luego de la celebración de las elecciones presidenciales en mi país natal, Venezuela, país en el que no solo nací, sino en el que estudié y enfrenté los retos profesionales más importantes de mi carrera —como lo fue ser presidente de la Cinemateca Nacional de Venezuela—, y también lo escribo en la víspera de las elecciones presidenciales y estadales del país que me acogió y en el que vivo hace ya dos décadas, los Estados Unidos. En ambos hemisferios, la democracia y los derechos ciudadanos más fundamentales están francamente en juego. Y nuestros cuerpos se hallan en el centro de los debates: su autonomía, su salud reproductiva, su capacidad de ejercer su derecho soberano, el derecho a tener una vida digna y amar a quienes decidamos amar.

Por lo tanto, el presente número de LASA Forum incluye dos dossiers especiales: uno titulado “El peso del cuerpo”, en el que ensayamos nuevas perspectivas críticas para discutir la más irreductible materialidad de la vida; y otro, cuyo título es “Poner el cuerpo en Venezuela”, que se aproxima a las recientes elecciones presidenciales de Venezuela y sus repercusiones. Los textos de este último dossier abordan la violación de derechos humanos a propósito de la consolidación totalitaria del gobierno venezolano.

Esta edición de LASA Forum también incluye los discursos de lxs colegas ganadorxs del Premio Kalman y el Premio de la Conferencia Conmemorativa LASA/Oxfam America Martin Diskin: Abraham Lowenthal, Víctor Negrete y Rita Segato, así como los textos de sus presentadorxs. El número finaliza con el recordatorio de dos preciados y admirados colegas, ambos miembros de nuestra asociación, que partieron recientemente: el antropólogo Rafael Sánchez (1950-2024) y el crítico cultural José Quiroga (1959-2024).

Mi período como presidente de LASA coincide con tiempos difíciles, época turbulenta dentro y fuera de nuestro continente, en los que enfrentamos protestas masivas, sentimos la huella indeleble de la pandemia del covid-19, así como la implementación de nuevos algoritmos destructivos e inéditas tecnologías de guerra que comprometen nuestros cuerpos. Me he trazado la meta de buscar nuevos horizontes y explorar otras perspectivas para hacer de LASA una asociación más justa, una organización que responda a las necesidades de nuestros tiempos e innove en las maneras en que pensamos, experimentamos y ocupamos críticamente el mundo. Se trata, a fin de cuentas, de ensayar formas alternas que den cuenta de los saberes más preciados y aún desconocidos de nuestra importante región.